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Domaine Rollin Père & Fils: tradición, pasión y terruños excepcionales en Borgoña
Situado en el corazón de la Côte de Beaune, en Auxey-Duresses, el Domaine Rollin Père & Fils encarna desde hace cuatro generaciones la autenticidad y la rigurosidad del trabajo vitivinícola borgoñón. Con 12 hectáreas de viñedos distribuidas en cinco comunas emblemáticas (Aloxe-Corton, Pernand-Vergelesses, Savigny-lès-Beaune, Beaune y, por supuesto, Auxey-Duresses), esta bodega familiar combina tradición, respeto por el terruño y precisión enológica.
Una bodega familiar arraigada en la historia
Todo comenzó en la década de 1950 con Maurice Rollin, fundador de la bodega. Su hijo Rémi estructuró y desarrolló la actividad en las décadas siguientes, antes de que Simon Rollin, representante de la cuarta generación, aportara hoy su visión contemporánea, respetando el ADN de la bodega: la excelencia artesanal y la expresión pura de los climas.
Una viticultura sostenible y exigente
El cultivo de la vid se realiza con el máximo respeto al medio ambiente. La bodega está certificada como HVE (Alta Valor Ambiental) y se inscribe en un enfoque de viticultura sostenible: el trabajo del suelo, la vendimia manual, la despampanadura, la eliminación de hojas y el control de rendimientos garantizan uvas sanas y maduras, esenciales para la elaboración de vinos con carácter.
Una vinificación precisa y poco intervencionista
Cada parcela se vinifica por separado para revelar la singularidad de cada terruño. Las vinificaciones son naturales, sin levaduras, y las crianzas se realizan en barricas de roble francés con moderación (poca madera nueva) para preservar la frescura y la finura de los aromas. El objetivo es claro: expresar con sinceridad la tipicidad de los climas borgoñones, entre elegancia, equilibrio y profundidad.
Denominaciones prestigiosas en tinto y blanco
El Domaine Rollin Père & Fils ofrece una gama de vinos tintos y blancos de prestigiosas denominaciones de la Côte de Beaune:
Los vinos blancos seducen por su mineralidad, su tensión y su precisión, mientras que los vinos tintos se distinguen por su suavidad, su fruta brillante y su gran capacidad de envejecimiento.
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